Según Katya Mandoki la estética es “prosaica”, es decir, cotidiana y se expresa de mil maneras al vivir, en el lenguaje y el porte. A diferencia de Mandoki, El Hombre de Vitruvio es un estudio de las proporciones humanas, donde se representa el “Canon de las proporciones” para el hombre ideal, según esto la belleza o estética se encuentra en las proporciones y la armonía.
Entonces si los ponemos en comparación, Katya tiene un una interpretación muy particular desde un contexto mucho más social ya que para ella la belleza es convencional y subjetiva por lo tanto el prendamiento estético puede ocurrir no sólo en la recepción de obras de arte sino ante fenómenos cotidianos.